VISITA A MARCAHUASI

Para llegar a Callahuanca tome un carro a Chosica, y luego otro con destino a Callahuanca donde unas personas muy amables nos recibieron para ese entonces estaban tratando de promover el turismo en su zona. Visitamos distintos lugares entre campos de cultivo, viveros y plazuelas.

Recuerdo que camino a una de las chacras caminamos al borde de una acequia que nos llevaba a una especie de cueva, para alguien que no salía de lima la gris todo esto era una aventura de primera.

Callahuanca se destaca por su producción de chirimoyas con una tecnología que les permite ser competitivos en el mercado. También producen derivados de este delicioso fruto que son de primera (helados y jugos chirimoya).

Bueno llego la noche tocó dormir como nos acomodáramos, en la casa del promotor de turismo, en el lugar hace frío por lo cual es recomendable que lleven ropa de invierno.

Llegó la hora de partir, como todo buen lugareño esta despierto antes de que el gallo lo despierte, así que ellos nos levantaron, era momento de emprender la aventura camino hacia el lugar de avistamiento de ovnis, el lugar donde puedes tocar el cielo, la tan sonada Marcahuasi.

Pero que hermoso paisaje se lograba observar, el camino formaba un ave, cada lugar está retratado en mi mente, encontraba ciertas semejanzas con mi natal Huaral. Se acercaba la hora del desayuno y qué mejor que hacer una paradita en el vecino que cría cabras, justo lo encontramos sacando leche eran como a las 6:00 am, leche recién salida de la ubre, llevamos unos pancitos, y que rico, bueno era momento de continuar la ruta seguimos y seguimos hasta que llegamos al pueblito, hasta ahí llega la carretera ahora es momento de lo bueno, toca movilizarse únicamente con el poder de nuestras piernas.

Nos contaron que ese pueblito era el antiguo pueblo de Callahuanca a pesar que nadie vivía ahí, este se encontraba ordenado y limpio, tenia plantas de eucalipto que estaban en épocas de floración, por ello el lugar olían muy bien; bueno el camino es largo así que a seguir. Nos preocupamos un poco porque teníamos algunos paquetes que nos hubiera retrasado en la caminata, felizmente encontramos unos caballos de la familia del guía, que nos ayudaron con el bulto durante el recorrido.

Llegamos a una cascada muy bonita aunque ya tenia poca agua, igual se apreciaba una bonita caída, y donde hay agua uno tiene que sentirse feliz, así que a juguetear sin medir las consecuencias.

El camino sí que era largo pero el paisaje lo valía todo, flores silvestres, vacas curiosas, frutas silvestres, todo muy bonito, aunque yo sentía que no llegaba, pero todo está en el pensamiento y si se pudo. Se logró la meta.

Marcahuasi 😍, que puedo decir creo que hay muchos comentarios sobre este hermoso lugar( yo estaba esperando que un ovni apareciera 😆 ) , cerca al cielo dicen y realmente no se equivocan en este lugar tu te sientes minúsculo, pero minúsculo en lo alto.

Conocí una costumbre curiosa de turistas, dejar piedras apiladas como símbolo de unión, según me comentaron los guías si se mantiene en esa posición y ninguna piedra se cae, entonces la relación durará hasta entonces.

Estábamos en épocas de seca por lo que el agua que había era agua estancada y verdosa.

El anfiteatro estaba totalmente seco y los turistas acampaban ahí, nosotros nos fuimos a acampar a un lugar diferente pero vimos el anfiteatro muchas veces, también observamos unas ruinas y el cementerio de la piedra. El rostro de la humanidad no podía faltar, todo fue muy bonito, nada como vivirlo en persona, super recomendado, lo que mas recuerdo de este viaje fueron las interacciones con los lugareños, la paz que se siente en el lugar, y literalmente sientes que solo te falta un poco y puedes tocar las nubes. Callahuanca, hoy en día tienen diversos atractivos, rutas alterna a Marcahuasi, aventuras extremas, deliciosos manjares derivados de la chirimoya, vive esta experiencia, no tiene pierde.